Era una tarde de ese mes. La compuse en el escritorio de casa con el ventanal a mi derecha y la estufa calentando el día que se adivinaba frío al otro lado del cristal. La ventana pintaba el cuadro de cada día con la Ría de Bilbao como protagonista. Se oían las risas de mi hijo que traspasaban la pared que separa su cuarto del nuestro. Esa risa produce sosiego, hace que mire a la vida con ojos serenos, de colores pastel. Jon reía por la llegada de aitite (de su abuelo). Juntos, como tantas tardes fueron a la calle a airearse el uno con el otro. La tarde se alargó mientras trabajaba manteniendo el cuaderno de las canciones abierto junto al ordenador. De vez en cuando echaba una mirada de soslayo a la calle. Comenzó a anochecer y el sol se escondió entre los montes al fondo. Entonces escuché la puerta de casa abriéndose. Me acerqué por el pasillo suspirando porque hubierais pasado un buen rato en la calle. No me hizo falta llegar a la puerta porque se escuchaba tu risa invadiendo la casa… Y cada día lo mismo. Y todo sigue igual. Tu risa calentando mi vida. Aunque todo sea tan distinto.

Más tarde, ya con Jon en casa le puse música. Como siempre. Febrero está dedicado a esas personas que nos dan calor. Que, aunque fuera haga frío son como una manta mullida en la que da gusto envolverse y taparse hasta las puntas de los dedos de los pies, doblando las piernas si hace falta. Y ya, el frío o el calor no depende del tiempo ni del tiempo. Es atemporal y todociclónico. Sólo hay un termómetro y marca el bienestar de las personas que quieres. Porque yo creo que querer es algo así como que tu temperatura; tu sensación térmica, dependa del bienestar de esas personas a las que necesitas ver bien; necesitas sentir cerca; necesitas querer y sentir que te quieren. Y sólo así sientes el calor de una hoguera en el invierno o el refresco de una sombra junto al río en medio del verano. ¿No crees que las personas más afortunadas son las que van desnudas por la vida y enganchan su temperatura a las personas y a poca ropa en el armario?

“Y es raro… porque es febrero, y debería hacer frío”

Y aquí el lyric vídeo que lanzamos antes de que el disco saldría a la luz, por si te lo perdiste:

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© Mikel Renteria. Año 2019