Cuántas veces juzgamos. Creemos que entendemos y nos atrevemos a pensar que tenemos todos los elementos para comprender. Aplicamos nuestras limitaciones y nuestra forma de pensar a ese contexto aparente del otro, para, a partir de él, construir nuestra imagen de esa persona. Incluso, sí, para juzgarla. Pero, a veces, muchas veces, tantas veces, nuestro juicio parte de una apariencia que no refleja la realidad que el otro vive, y además, aplica sobre ella la ley de nuestra transfiguración sobre esa realidad. Así hace que pensemos que el otro siente lo que nosotros creemos que sentiríamos en ese contexto artificial que hemos creado.

¿No os ha pasado? Recibir una retahíla de… “Te entiendo. Sé lo que sientes perfectamente”. ¡Y tú que sabes! ¿Crees que lo sabes por lo que parece? ¿Crees que lo entiendes sin ser yo mismo? Y… ¿De verdad quieres saber, o sólo necesitas simplificar las cosas para no dedicarles tiempo? Si quieres saber quién soy, ponte a mi lado. En silencio. Dedícame tiempo. No descuentes. No cojas atajos. Dame un beso. Y entonces, camina conmigo, resuena conmigo. Haz tuyo mi dolor y mi sonrisa y sueña mis sueños conmigo. Y acompáñame a andar. Y entonces es posible que me veas de verdad, y que me toques muy dentro y que me oigas bien alto, por encima del ruido; del ruido de la apariencia en la distancia.
Sólo soy yo. Y nada más. No soy tú en mi lugar.

Tuve que componerla por tantas y tantas personas que se acercan físicamente a mi hijo pero que están tan lejos de él que ni lo saben. Y, sí, también por el sentimiento propio de tantas y tantas personas que se acercan cada día creyendo entender sin querer de verdad querer. Y también por el profundo agradecimiento que siento hacia las personas que se acercan de esa manera tan generosa, queriendo y abrazando, dando calor desde el respeto y… sin prejuicios.

Me pregunto… ¿Y yo? ¿Cuántas veces prejuzgo? Y juzgo. Y me pierdo tanta verdad.

Todo este contenido lo tienes disponible en la edición ‘Deluxe’ de Vida, con un packaging muy cuidado, que puedes comprar Online o en nuestra Pop Up de Navidad en Bilbao (Alameda de Urquijo 50).

© Mikel Renteria. Año 2019