Hay veces que la vida nos recoloca en lo que somos, ¿Verdad? Nos resitúa en la realidad; en nuestra fragilidad. Somos un cachito en la inmensidad y un pequeño instante en el paso del tiempo. Insignificantes, y, a la vez únicos y plenos de significación en los que queremos y para los que nos quieren. Sí, hay días en los que me siento recogido, dolorido, aguantando el chaparrón, respirando hondo para recoger oxígeno, confiando en que escampará. Sí. Todo sigue igual. Cada día. Cada momento. Tatuados por las zarzas, sintiendo el vértigo al caer, el paraguas bien abierto y abrazados agarrándolo. Hay días que no salen las palabras por la garganta y sólo una canción me sirve para explicarlo. Y hoy se llama El Barranco.
© Mikel Renteria. Año 2019