Voy escribiendo domingo a domingo en untrecedeoctubre.com sin premeditación. Transmitiendo a palabras lo que siento; lo que vivimos, lo que recuerdo, lo que sueño… Tocaría hablaros de Junio de 2009 y del frío que sentíamos a pesar de que el verano asomaba, tocaría hablaros de lo ilusionado que estoy de comenzar a compartir las nuevas canciones en este camino que comienza el 28 de Marzo con SIGUE ANDANDO, pero hoy mi corazón no está lleno de eso. Hoy, estoy encogido, pequeño, recogido, pensando, sintiendo, agradeciendo y lo que me sale compartir es lo que le he escrito junto a mi hijo mientras de fondo hoy suena el boss, tal y como hemos acordado, y fuera el invierno se resiste a partir, si alguna vez vino. Quién sabe si acabará siendo una canción. De momento sólo es un cuadro de sentimientos que hoy  he necesitado pintar.

 

Lluvia fina de marzo, pinta de oscuro el asfalto.

Empuja el humo de la vieja fábrica del fondo.

Las gaviotas bailan y se abrazan fuerte al viento.

Viene del norte, eriza la piel a la ría, que tirita de frío,

le peina canas blancas, que aparecen a soplidos.

Y el tiempo pasa lento, aunque todo es relativo.

 

Y yo, siento calor sin chimeneas; sin abrigos,

El calor del desorden ; el del fuego de sentirse vivo,

Porque me duele, porque aprieta, porque respiro,

porque te giras y sonríes. Y me miras, y te miro,

y en tu mirada todo cobra su sentido.

Y el tiempo pasa lento, aunque todo es relativo.

 

Cariño, hagamos de este rato una hoguera de cobijo,

Coge mi mano, vamos: a bañarnos desnudos en el río.

Está lleno, de toda el agua, que ha llovido.

Lo sé: no sentiré ni una gota de su frío

Porque evaporas el miedo, y los sentidos.

Que el agua nos abrace, y diluya hasta la rima,

Y que el tiempo pase lento,

y yo contigo; y tú conmigo.

 

© Mikel Renteria. Año 2019